dijous, 29 de novembre del 2007

Paraules pels madrilenys

Xavier Domingo va escriure a El Mundo unes quantes paraules pels madrilenys que es creien que el català era necessari per venir a Barcelona. Se'm va avançar en la confecció d'un llistat de coses de tipus carrincló. Com veureu i diuen, era cult però bastant botifler.

CARRINCLÓ.- Literalmente, ñoño. Gran parte de la «nova cançó». El discurso catalanista de CiU. El nacionalismo llorón. Los villancicos de Navidad. El «Noi de la Mare» y todo eso. La devoción nacional-montserratina.

MEUCA.- Puta en finolis. Mantenida. Ejemplo: «La Núria és la meuca del conseller un tal».

CULÉ.- Sin traducción posible. Especie de energúmeno que va al fútbol vestido de azulgrana y sólo se interesa por las derrotas del Real Madrid. Es el anti-Madrid en estado puro.

PELA.- Literalmente, peseta. Tautológicamente, en «la pela és la pela», creencia dogmática que adquiere valor religioso como «Alá es Alá» o «El es el que es».

PERICO.- Literalmente, especie de lorito. Simbólicamente: especie ambigua de catalán de dudoso origen y tendencias masoquistas, seguidor del RCD Espanyol.

FATXENDA.- Fantasmón. En comarcas, ciudadano o nativo de Barcelona infatuado, sabelotodo y con influencias en la Generalitat y en Madrid. Pasa las vacaciones en el extranjero y farda sin parar.

CAN FANGA.- Literalmente, casa fangal. Es decir, Barcelona para todo el resto de Cataluña, atosigada por un jacobinismo y centralismo barcelonés que para sí lo quisiera Madrid.

NENA.- Literalmente, niña. Joven ligera de cascos que de un momento a otro puede pasar a ser la «meuca» de propiedad privada (véase meuca). Se dice también a las secretarias en la intimidad.

CARALLOT.- Literalmente, estúpido sin gracia. Se dice del compañero que la caga, del rival profesional, del enemigo ideológico.

PINXO.- Punzón. Se dice del castizo de barrio de características bien definidas. No es lo mismo un «pinxo de l Eixample» que un «pinxo d Horta». Tipo vago, amigo de largos vermús, generalmente casado, pero con «nena» (no se suele poder pagar una «meuca»).

GALTES.- Mejillas. Se tienen o no se tienen. Si se tienen muchas (caso de De la Rosa), suelen ser objeto de admiración. Es admirativo decir de un financiero triunfador en operaciones dudosas «¡quines galtes!», (¡qué jeta!).

PENCAR.- Literalmente, currar. Es la acción de trabajar cuando la acomete un catalán y tiene un sentido de trabajo excesivo, pesado, difícil y que sólo él puede llevar a cabo.

PENCAIRE.- De «pencar». Literalmente, currante. Pero de forma excepcional, sin límites. Al «pencaire» se le puede confiar cualquier tarea por ardua que sea y, además, suele vender barato su trabajo. Es un vicioso del trabajo.

CAPGROS.- Literalmente, renacuajo. Se dice del intelectual, del sabio, del «president»...

PLORAMIQUES.- Llorón. Se dice del que usa la táctica lacrimosa para obtener lo que quiere: una señora para que le perdonen una multa, para que le den una subvención. Literalmente: minillorón.

BARROER.- Literalmente, grosero. Se dice de la persona que lo estropea todo a causa de su falta de finura, de su impropio manejo del lenguaje, especialmente con las damas.

CAGALLO.- Cagadita de cabra. Se dice del que no cuenta para nada, del apocado y miserabilista, sólo digno de desprecio.

MISSAIRE.- Literalmente, meapilas. Se dice despectivamente del beatón moralista, enemigo del divorcio y del aborto.

CAGADUBTES.- Literalmente, cagadudas. Es el indeciso, incapaz de optar entre ir al cine o al zoo. Desconfiado hasta el extremo, sospechando de todo.

CARA I ULLS.- Literalmente, cara y ojos. Se dice de algo bien hecho, de un trato bien concluido, de un proyecto sólido, de un negocio redondo.

LLONGUET.- Literalmente, panecillo. Una de las múltiples metáforas comestibles para designar al sexo femenino. Es un panecillo en forma de vulva con una raja de arriba a abajo. Vulgarmente, para designar a una mujer muy deseable, se puede decir: «Mare de Déu, quin llonguet!».

SOMIATRUITES.- Literalmente, sueñatortillas. Iluso, crédulo, políticamente independentista, y comprador habitual de lotería.

PEBROTS.- Literalmente, pimientos. Metafóricamente, cojones. «¡Quins pebrots!»: qué jeta, qué audacia. Se dice de alguien que no tiene escrúpulos.

LLEPAFILS.- Literalmente, lamehilos. Personaje extremadamente meticuloso en todo lo de comer y beber. Más bien pijo que gastrónomo. Por extensión, muy exigente en todo lo cotidiano.

CAPSIGRANY.- Sin traducción. Loco. Orate. Oligofrénico capaz de lo peor.

TREMPAR.- Ponérsela gorda a uno. «Em fa trempar»: entusiasmarse sexualmente por alguien y también intelectualmente por algo. «Trempera»: estado de gran excitación sexual o intelectual. «Trempat»: simpático, alegre, majo, buen chico («¡Quin noi més trempat!»).

CEBA.- Literalmente, cebolla. Ser «de la ceba»: ultra del catalanismo, más allá del independentismo. Usar «espardenya» (alpargata) catalana hasta con esmoquin. Negarse a pronunciar una palabra en castellano. Podría venir del ultraísmo catalanista nacido el siglo pasado en Sabadell.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

En general un progre podria calificar de carrincló tot el que val la pena en aquest país i tot el que és tradicional. He anat al Mundo i he vist que la llista de paraules és més llarga.

Lycaon ha dit...

Aquestes paraules no interessen als madrilenys, ni als castellans en general, que poc (o cap) interès tenen en Catalunya i la llengua catalana. Als únics a qui interessa és als catalans, sempre il·lusos, confiant que els madrilenys voldran entendre'ns i respectar-nos, en comptes de tractar-nos com a una colònica ubèrrima.

Pafiam ha dit...

Tota la raó. Fa temps que estem fent pedagogia-com diuen- i res. "Castilla desprecia cuanto ignora" ja deia el poeta. Ara bé, hi han tontaines progres que es creuen que als madrilenys d'esquerres si que els interessa Catalunya i els seus drets.